Chakra ajna, sexto chakra, chakra de la sabiduría
El chakra ajna interactúa con la conciencia plena con el espíritu y con la intuición. El sexto chakra ajna está situado en el entrecejo y se vincula con el color añil y violeta aunque también, aunque en menor medida con el amarillo. Se relaciona con los sentidos físicos y con la precepción sutil de los mismos. El chakra ajna se corresponde con los ojos, el cerebro y el sistema nervioso. ajna gobierna la glándula pineal; al sexto chakra llegan 96 canales de energía y se representa con dos pétalos.
El sexto chakra maneja el control y el dominio de un maestro, está por encima de las dualidades y de las dudas de la controversia y de la inseguridad, vive en su centro, en perfecta homología con su situación, entre los dos ojos como el cochero de un carruaje en el centro y con el control de la potencia divergente de sus caballos precisamente esa es la razón por la que en este chakra su representación no se corresponda con los canales de energía que llegan a él, los dos pétalos son los dos caballos del carruaje la dualidad permanente que precipita en la maestría cuando el chakra ajna está activo y despierto equilibrado y limpio, incluso cuando se forma la pituitaria lo hace en dos partes que luego coexisten.
El sexto chakra ajna, es el asiento de la conciencia del ser y del mismo modo que dirige el sistema nervioso central dirige el poder psíquico. Es un chakra que al estar por encima de la manifestación de lo concreto o dual, al navegar por un universo de potencialidades de la conciencia, es capaz de crear y de deshacer realidades tanto materiales como emocionales, es el cuerpo calloso en medio de los dos hemisferios cada uno con su discurso y los dos unidos y a la vez separados por él, así como cada ojo se relaciona con el hemisferio opuesto, el chakra del entrecejo con su luz espiritual dirime entre los dos desde el justo medio de la sabiduría creadora y consciente, el ojo del alma por encima de los ojos de yo.
Tanto en este chakra ajna como en el séptimo chakra ya no es posible observar correspondencias con los elementos tierra, aire, agua o éter, porque son chakras de otra dimensión, de otra realidad, aunque la utilizan como asiento e interactúan con ella, los dos chakras superiores están fuera cualquier relación con los elementos básicos.
Ejercicio de Fosfenismo para el despertar del chakra ajna
Es sexto chakra ajna ve con los ojos del espíritu del mismo modo que los ojos físicos ven la realidad de su entorno, así es razonable pensar que la luz física que originó el fosfeno y que pereció cuando él nació debe estar relacionada con lo que no se ve pero está.
El chakra del entrecejo el chakra ajna, es la lámpara del alma o como el cristo dijo en el sermón de la montaña: el ojo es la lámpara del cuerpo. El ojo, no los ojos…
Para entrar en el ojo del espíritu utilizaremos la concentración en un detalle del fosfeno. El fosfeno no es uniforme, sino que en general presenta un granulado, glóbulos o sombras móviles. A veces, lo atraviesan chispas. En este ejercicio de activación del chakra ajna, en lugar de mezclar un pensamiento elegido anteriormente con el fosfeno, concentraremos toda nuestra atención en un detalle de este fosfeno, detalle que puede ser un grano de sus rugosidades, un glóbulo, un defecto o el ángulo de una sombra móvil.
En el momento en que dicho detalle desaparezca, elegiremos otro en la misma región, de preferencia en la zona central del fosfeno, y así sucesivamente. Lo más corriente es que este trabajo provoque la formación de líneas en esta región, líneas que evocan una semejanza con un objeto o un ser conocido.
Repitiendo con varios fosfenos consecutivos el ejercicio de concentración en uno de sus detalles, los dibujos se hacen cada vez más nítidos y a menudo se transforman en visiones. Las primeras, en general, son dibujos geométricos, que después pasan a formas florales generalmente muy bonitas, también aparecen caras… los ojos nos permiten ver los rostros de las personas, el fosfeno activando el sexto chakra nos permite de esta manera ver su alma. Descarga gratis la revista sobre las mediciones de los chakras de los alumnos en un curso en Guadalajara de Dr. Lefebure Methods y además sigue leyendo el artículo con solo compartir:
Un ejercicio parecido es la concentración en un detalle del caos visual. Reciben este nombre las pequeñas chispas que continúan bailando ante nuestros ojos incluso si permanecemos en la oscuridad durante largo tiempo. Si concentramos nuestra atención en una de estas chispas y después, cuando desaparece, nos centramos en otra, y así sucesivamente, siempre aproximadamente en el centro del campo visual, a los dos o tres minutos de realizar este ejercicio, aparece una luminosidad mayor alrededor de la región en la que trabajamos. Reconocemos en este ejercicio la tercera fase del fosfeno, o resplandor difuso, que hemos hecho aparecer sin luz. Si dentro de este resplandor buscamos un nuevo detalle, y así sucesivamente, dicho resplandor no cesa de precisarse, mientras que si dejamos que nuestra atención abarque toda la masa luminosa, ésta se difumina.
Si seguimos a la «caza del detalle», aparecerá en esta luminosidad una agitación, que puede ser un torbellino o relámpagos similares en todo a los rayos de las tempestades. Se trata entonces de saber captar por ejemplo el ángulo de un relámpago y así sucesivamente. De este modo, la nube se transformará súbitamente en visión, y las visiones que surgen por este proceso son casi siempre proféticas: se hacen realidad al cabo de algunos días. Si, cuando surge una visión, abarcamos con nuestra atención todo el conjunto, el proceso desaparece. Si, por el contrario, nos concentramos en un detalle de la visión, generalmente surge una nueva visión y se llega a crear, al menos en los sujetos jóvenes, una verdadera película interior.
El fosfeno y el sexto chakra ajna son dos caras de una misma moneda y cuando se conoce el Fosfenismo es extremadamente fácil ver lo que pone en cada una de ellas…