Kirlian y los fosfenos
La fotografía Kirlian consiste en la interpretación de los colores del aura. La práctica del Fosfenismo, la terapia de la luz natural, permite desarrollar la energía personal de manera poderosa y puede influir sobre los resultados de la fotografía Kirlian. El efecto Kirlian es la conversión de las propiedades no eléctricas de un objeto o de un cuerpo en propiedades eléctricas, con una transferencia de cargas de un objeto o un cuerpo sobre la emulsión fotográfica.
La fotografía Kirlian es un método que utiliza un aparato capaz de establecer los balances energéticos de salud y de medir la energía de un organismo. Lo que se ve con la fotografía Kirlian es la energía, la información que circula, el estado de comunicación vibratoria intercelular, una imagen completa de las energías que recorren el organismo humano, en definitiva la fotografía de un cuerpo psíquico.
El material básico utilizado por el Sr. Kirlian es muy simple: un carrete (teslo) conectado a una placa metálica y aislada por una placa especial. Se coloca entre el sujeto y la máquina una hoja de papel sensible a la luz. Y se toma la fotografía. La máquina Kirlian emite entonces un campo eléctrico a alta frecuencia y a alta tensión. Con el conocimiento del trabajo de sus antecesores, el Sr. Kirlian proyectó con su mujer unas investigaciones sistemáticamente avanzadas que permitieron el reconocimiento mundial del efecto Kirlian. La existencia de un campo de energías sutiles que envuelven el cuerpo humano se conocía hace milenios, y desde hace algunos años la investigación científica comenzó a interesarse por este fenómeno. Gracias a la fotografía de las auras se sabe ahora que cada ser vivo está envuelto de un campo de energía electromagnética.
Nuestra aura nos informa sobre nuestras cualidades, nuestras facultades, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestros problemas. El aura puede modificarse por factores externos como la calidad del medio ambiente, el aire que respiramos, el estado de nuestro entorno, las personas que nos rodean, una atmósfera armoniosa o tensa. La interpretación de los colores del aura es una lectura de vida. Permite conocernos mejor. Los colores revelan nuestros afectos, el estado de nuestra salud, nuestros estados de alma; expresan quienes somos. Un terapeuta puede analizar la fotografía y extraer observaciones útiles. Ninguna otra técnica actual permite hacer el balance energético de un individuo en su conjunto y de manera instantánea. Entre tres y seis meses después se puede hacer un nuevo chequeo fotográfico y compararlo con el primero para juzgar el progreso del estado energético del individuo o su degradación.
El Doctor Francis Lefebure, médico e investigador francés, desarrolló un método basado en la utilización sistemática de los fosfenos: el Fosfenismo. Los fosfenos son todas las sensaciones luminosas subjetivas, es decir, las que no son causadas directamente por la luz que estimula la retina. Los fosfenos pueden ser producidos por cortas observaciones fijas de fuentes luminosas adecuadas. La práctica del Fosfenismo permite desarrollar la energía personal de manera considerable y puede influir sobre los resultados de la fotografía Kirlian.
Ejercicio de Fosfenismo, la terapia de la luz natural con fosfenos, aplicado al efecto Kirlian
Hacemos un fosfeno con la lámpara fosfénica del Doctor Lefebure. Proyectamos este fosfeno sobre el dorso de nuestra mano, por ejemplo. El fosfeno tiene una propiedad sorprendente de concentración: si lo proyectamos lejos de nosotros, sobre una pared, se dilata y parece de gran tamaño. Si lo proyectamos cerca de nosotros, sobre la mano a una distancia de 10 centímetros se contrae hasta tener el tamaño de una moneda de 50 céntimos de €. Renovamos la experiencia con varios fosfenos. Hacemos una fotografía Kirlian de nuestra mano: los campos magnéticos son mucho más anchos dando prueba del aumento de energía producido. ¿Por qué proyectar el fosfeno sobre el dorso de la mano? Simplemente porque el chakra presente en la mano absorbe la energía por detrás y lo transmite a la palma.
Experiencia a distancia de proyección de fosfenos en una conferencia virtual con un paciente no avisado y conectado a un aparato Kirlian
Adriana
Me gustaría compartir con todos vosotros un pequeño experimento realizado con la proyección de la luz fosfénica de la que fui testigo directo el martes día 20 de diciembre.
Mi nombre es Adriana y me dedico a trabajar como terapeuta vibracional en mi consulta en Madrid. Además practico Fosfenismo desde hace unos dos años, con resultados muy buenos a nivel personal, que he intentado explicar y comentar en la medida de lo posible, en alguna ocasión en este foro.
Hace tiempo he adquirido como complemento a las terapias que realizo, la estación video del aura, una máquina que es el resultado de los últimos adelantos tecnológicos y tiene sus orígenes en la antigua cámara Kirlian, mediante la cual se pueden observar el aura y el estado del sistema energético de una persona. La utilizo antes y después de las sesiones terapéuticas que realizo, para que mis clientes (sobre todo los escépticos) puedan comprobar con sus propios ojos, aparte de sentir, los cambios que pueden ocurrir en sus campos energéticos y en el aura.
El día 20 de diciembre al dialogar con Francesc, el mentor de Fosfenismo en España, decidimos realizar un pequeño experimento, visto que estaba prevista para este día a las 20.00 h una conferencia virtual sobre la proyección con la luz fosfénica. Los resultados no dejaron de ser sorprendentes.
Convenimos trabajar sobre una clienta que había acudido también el día anterior a la consulta para realizarle un trabajo vibracional, a la cual no le comenté nada en absoluto sobre el ejercicio de proyección de la luz fosfénica que se iba a realizar sobre ella. Mi labor consistía en ser simplemente una observadora de aquello que podía suceder y sobre todo medir la energía de la señora con la cámara.
Facilité solamente el nombre completo de la clienta y a la hora establecida previamente con Francesc, le pedí a la señora que se sentara cómodamente para realizarle la lectura del aura. Por regla general la captura es muy rápida, en menos de dos minutos tenemos el resultado; pero en esta ocasión le sugerí a la señora quedarse relajada alrededor de cinco minutos; tiempo en el cual desde distintas partes del mundo se realizaba la proyección de la luz fosfénica sobre ella. (Realmente nadie la conocía, solo se proyectaba el fosfeno sobre el nombre completo de la mujer).
Unos cinco minutos antes de la hora establecida, personalmente experimenté mucha paz y sobre todo me hice más consciente del silencio que había en la consulta; mientras que la señora me comentó todo lo contrario, que tenía la sensación de estar rodeada de muchas personas, sencillamente sentía muchas presencias. Al comenzar la lectura, observé que el color principal interno de su aura seguía siendo el índigo, idéntico al color del día anterior, lo que me indicaba que seguía teniendo el mismo carácter. Lo que comenzó a oscilar y cambiar eran los colores exteriores de su aura, iban cambiando desde el verde claro hasta el violeta y blanco sin parar, lo que me revelaba que algo de origen exterior estaba entrando en su campo áurico.
Presté atención a su ritmo cardíaco y me di cuenta que iba aumentando, se estaba poniendo internamente nerviosa pero no estresada, mientras que el flujo energético de sus chakras permanecía relativamente estable en un 50-60% de actividad; menos el chakra de la garganta y el chakra correspondiente al tercer ojo que habían aumentado casi desde un principio su flujo energético al 100%.
En un momento determinado la señora abre los ojos y me comenta que se encuentra tranquila pero muy extraña y que acaba de visualizar un señor muy alto y vestido de blanco que la estaba observando. Al acabar los cinco minutos, cerré la lectura sin explicarle nada a la señora y le envié un sms a Francesc, comentándole que había observado un flujo energético muy importante en el quinto y sexto chakra y que había observado en el chakra del corazón no un aumento de energía sino más bien la activación de la glándula timo y que la señora se encontraba muy enérgica (y muy elevada en aquel momento a nivel espiritual, siendo esta la interpretación del color blanco que había aparecido en su aura), sonriente y pletórica.
Francesc me explicó que en el aula virtual estuvieron presentes 27 personas y que simplemente habían proyectado la luz fosfénica once de ellas, sin pensamiento, sin ritmo y sin intención alguna, sobre la garganta de la señora y después de un tiempo cambiaron la proyección sobre el chakra del corazón.
Sí 11 personas solamente con proyectar la luz fosfénica sobre un nombre, consiguieron impactar a nivel energético y emocional sobre esta señora y sobre todo ver cómo aumentó al 100% el flujo energético en el chakra de la garganta y del tercer ojo, entonces ¿qué se podría conseguir si 100 personas al unísono proyectaran luz fosfénica y pensamiento rítmico sobre un sujeto pasivo? Por lo menos, da que pensar.